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viernes, 23 de noviembre de 2012

Mujeres: ¿Viven tranquilas revisándole el teléfono a sus novios? Quien busca, encuentra (Reportaje)

* Mi mamá siempre dice “jamás le he revisado nada a tu papá y no pienso comenzar ahora”. Mi papá dice “eso de estar revisándole el celular y la cartera a tu mamá es muy feo”. Los dos coinciden en “si hace algo, allá él/lla”. Creo en su teoría, crecí viéndolos cómo confían, se quieren y se cuidan uno al otro.

He visto, también, cómo respetan sus espacios de trabajo. Mi papá, por ejemplo, no va a las fiestas del trabajo de mi mamá y viceversa. Tienen una teoría: el trabajo es tu espacio, donde están tus amigos y además tienen chistes internos, es mejor dejar esa dinámica tranquila y sin complicaciones. Ambos piensan, además: “no contamos todo lo que pasa en el día, no es necesario, contamos las cosas importantes”. Claro, mis papás tienen Facebook pero no lo usan, no tienen BB, ni usan whatsapp… Tienen más de 30 años juntos. Creo que hay una lección ahí.
Esto me trajo un día a recordar la famosa frase: “El que busca, encuentra”. Eso me decían cuando era pequeña, y aprendí que es así. Hace poco, escuchando algunos cuentos de mis amigas con sus novios, esposo o loquesea, comencé a notar que todas tenían el mismo patrón, decían cosas como “chama, no me dijo para ir a la cena del trabajo, seguro le da pena o tiene algo con alguien allá”, “es que últimamente está estresado, tuve que revisarle el celular y vi que estaba hablando con su prima segunda, es que seguro la mosquita muerta se le mete por los ojos” o peor “cuando se metió en el baño tuve que revisarle hasta los bolsillo, me descubrió y se armó el lío, ¿Ves? Oculta algo”.
No supe qué decir a todo esto, de hecho un día tuve que preguntarle a un par de amigos qué contestarían ellos si estuviesen en mi caso. Particularmente odio que invadan mi intimidad, sea quien sea. Me molesto cuando algún amigo agarra mi celular y comienza a revisar, ¿Cuál es su problema?
No digo que no existan los cachos, obviamente lo sé, pero, ¿Viven tranquilas en ese plan de la CIA revisando todo, todo el día? ¿En qué momento tienen vida propia? ¿Cómo pueden mantener la “tranquilidad” diaria si no confían en ese hombre que quieren? Supongo que me dirán “Laura, hace rato que no tienes nada serio”, pues les cuento: hace poco tenía algo que yo creía era serio, un día noté sonrisas raras cuando llegaban los sms, cambios de planes repentinos y eso no me gustó, sabía que había otra, ¿Revisé el teléfono? No, ¿Quería hacerlo? Para nada, no juego a ser masoquista. Pasaron los días, él lo negó e igual lo descubrí. Obviamente usé un poco de mi conocimiento en redes sociales y “stalkee” a la susodicha -que ya él me la había presentado- y listo, ¿Hubo drama, acusaciones de “no confiar”? No, pero más importante, ¿Quedé mal yo? No, simplemente comprobé la teoría de “el que busca, encuentra”. Supongo que en esos casos de “cachos” es mejor salir muy bien parada, cual Miss en pasarela.
En ese caso, no me equivoqué, pero miren que conozco casos donde las niñas se equivocan. Como diría Pastor Oviedo “¿Hay necesidad? No te la hay”. Creo, y ustedes me darán su opinión, que la primera persona en la que deben confiar en una relación es en ustedes y en su capacidad para enamorar a ese hombre y demostrarles que son LA mujer de su vida, -yo no compito por hombres, pero eso es para después-. Y en la segunda persona es en él, sino, ¿A qué están jugando?
La próxima vez que tus manos caminen hacia el teléfono recuerda, ¿Qué pasa si malinterpreto un mensaje? ¿Me gustaría que me revisaran el celular a mí también? Y si eso no funciona, ¿Están en esa relación porque quieren o por competir con otra mujer? El que busca, encuentra así que es mejor quedarse tranquila.






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