En la audiencia, el fiscal municipal 4º del Área
Metropolitana de Caracas (AMC), Mauro Granadillo, ratificó la acusación contra
Ramírez por la comisión de las faltas de desobediencia a la autoridad y
perturbación causada a la tranquilidad pública y privada, de acuerdo con lo
previsto en los artículos 483 y 506 del Código Penal, respectivamente.
El primero de estos contempla que “El que hubiere
desobedecido una orden legalmente expedida por la autoridad competente o no
haya observado alguna medida legalmente dictada por dicha autoridad en interés
de la justicia o de la seguridad o salubridad públicas, será castigado con
arresto de cinco a treinta días, o multa de veinte unidades tributarias (20
U.T.) a ciento cincuenta unidades tributarias (150 U.T.)”.
Mientras, el artículo 506 del mencionado instrumento
legal refiere que “… todo el que con gritos o vociferaciones, con abuso de
campanas u otros instrumentos, o valiéndose de ejercicios o medios ruidosos,
haya perturbado las reuniones públicas o las ocupaciones o reposo de los
ciudadanos y ciudadanas en su hogar, sitio de trabajo, vía pública, sitio de
esparcimiento, recintos públicos, privados, aeronaves o cualquier medio de
transporte público, privado o masivo, será penado con multas hasta de cien unidades
tributarias (100 U.T.)…”.
El Tribunal 10º de Juicio del AMC, luego que Ramírez
admitió su responsabilidad en el hecho, lo condenó al pago de 92.5 unidades
tributarias equivalentes a 8.325 bolívares.
El 12 de mayo funcionarios policiales se acercaron al
referido lugar ante el llamado realizado por algunas vecinos del mencionado
sector. En el sitio encontraron a Ramírez (contraventor), quien tenía música a alto
volumen desde un vehículo (propiedad de su padre), el cual contaba con equipos
amplificadores de sonido.
Los funcionarios policiales notificaron del hecho al
Ministerio Público y se inició la investigación correspondiente.
Siguenos a traves de nuestro pin 26C5D8AC y nuestro twitter @elparroquiano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario