A Luzmary Martínez, de 24 años, le dejaron ver a su primogénito dos
veces. Ayer cuando le darían el alta se dio cuenta de que no era su
niño. "Fue una equivocación involuntaria", le dijo una enfermera. La
Policía científica encontró a Luis David Giraldo Martínez anoche en el
kilómetro 46 vía a Perijá.
Lo parió el
jueves 5 de diciembre, a las 3.50 de la tarde, en el hospital materno de
San Francisco. Por una deficiencia respiratoria no se lo entregaron al
día siguiente. Ayer a mediodía le darían el alta a Luis David Giraldo
Martínez. Cuando la enfermera le puso el bebé en brazos, Luzmary
Martínez Cáceres, de 24 años, se sobresaltó: "Este no es mi bebé".
La uniformada de blanco le aseguraba a Luzmary que
sí era su niño, que aún seguía bajo de peso. "Me dijo: 'Acordate que te
dije que tu bebé tenía seis deditos en un pie'. ¡Mentira! Ella nunca me
dijo eso. Es más, en la partida de nacimiento están las huellas de los
pies y están los cinco puntos de los dedos".
Luzmary sabía que no era su hijo, a pesar de que
solo lo vio dos veces: cuando se lo colocaron en su regazo luego del
alumbramiento y cuando lo vio de lejos, en la incubadora del retén un
día que le llevó la leche materna para que lo alimentaran. "Yo le vi la
carita a mi hijo. Se quién es mi hijo. La etiqueta que tenía en la
manito era rosada con el nombre de otra madre. La enfermera me dijo que
quizás se le había caído la etiqueta y entró con el bebé al retén. No me
dio más la cara".
Los Giraldo Martínez llamaron a su abogada y ni con
ella los dejaron entrar de nuevo al retén. El personal médico les dijo
que tenían que esperar a la trabajadora social y constatar los datos con
la partida de nacimiento para ver cuál era el problema. "Cuando yo veo
la historia de mi bebé tiene un número y la boleta de salida tiene otro.
Le dije a la enfermera que me estaba dando dos números distintos de
historias".
No le dieron respuestas. Le sugirieron que esperara
al director del hospital, Felipe Linares, quien se dirigía al centro de
salud con una abogada y la trabajadora social. "'Hoy no te van a
solucionar, tienes que esperar hasta mañana', me dijo la enfermera. Le
respondí que no, que me tenían que solucionar hoy -ayer-. Y así fue, un
problema, ¿a quién le darían a mi bebé?, ¿qué pasaría con mi bebé? Y
nadie me daba razón de él".
Por medio de las historias se dieron cuenta que a
Luis David le dieron el alta el pasado miércoles y que la madre residía
en el kilómetro 46 vía a Perijá. "Me dijeron que se lo dieron a la
señora y que fue una equivocación involuntaria".
Los Giraldo y los Martínez corrieron a denunciar la
desaparición del pequeño en la subdelegación San Francisco de la
Policía científica. Eran las 3.30 de la tarde. "Cuando en el hospital
supieron que había denunciado, me dijeron que no formara alboroto, que
me quedara tranquila".
Dos comisiones salieron hacia el kilómetro 46 junto
con los padres de Luis David. Estos se quedaron en el punto de control
de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras los uniformados buscaban al
bebé y a la seudomadre. A las 8.15 de la tarde atravesaron la alcabala
militar con destino al materno.
"Este bebé sí es el que yo parí", aseguró Luzmary
con la voz entrecortada. A pesar de que temblaba, cargó al niño y lo
apretó a su pecho". Hasta el cierre de esta edición permanecían en el
centro de salud donde le practicarían exámenes de sangre y le harían
otro chequeo general.
1 semana estuvo recluido Luis David Giraldo Martínez en el hospital materno de San Francisco.
"Este sí es el bebé que yo parí".
Fue la única frase que pudo articular Luzmary cuando vio a su niño, anoche a las 9.30.
Rapto de bebés
Luz Daris Otero Sandoval, de 37 años, ataviada con
bata blanca y con la colaboración de dos enfermeras y una miliciana sacó
el domingo 1 de diciembre a Sebastián Andrés Maure Tirado, Esneider
Santiago Gómez Gerardino Cielimar de Jesús Vílchez Montero del Hospital
Chiquinquirá.
Sedó a las madres de los recién nacidos para sacar a
dos dentro de una pañalera y a otro en brazos por una de las puertas
traseras del centro de salud. Las progenitoras se despertaron a
medianoche, ya del lunes, y exigieron que les dejaran ver a sus niños.
Los pequeños no aparecieron y el personal que estaba de guardia aseguró
que los domingos no hay pediatras de guardia.
Las mujeres denunciaron ante los medios de
comunicación y en la Secretaría de Seguridad y Orden Público. Una
comisión del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ) dio
con Otero y los bebés en un hotel, ubicado en la Circunvalación 2. Las
cuatro mujeres están presas en el retén El Marite.
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