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martes, 2 de mayo de 2017

Tarek William Saab: Hecho de amor y valentía

A mediados de los años 90 era frecuente observar en el centro de Caracas, especialmente en las inmediaciones de instituciones representativas del Estado como el Palacio Legislativo, la Fiscalía General de la República, la Policía Técnica Judicial y la Corte Suprema de Justicia a un joven de baja estatura, rasgos árabes y frecuentemente vestido de negro con varias carpetas bajo su brazo.
El objetivo fundamental de ese joven era hacerse escuchar por las autoridades de esas instituciones y consignar un sinnúmero de denuncias por violaciones de derechos humanos, cometidas principalmente por los cuerpos policiales y de seguridad.
Muchas veces sus esfuerzos fueron en vano por tratarse de un militante de izquierda, poco conocido y sin nadie de relevancia que lo respaldase; no obstante, su perseverancia y carisma lograron que varios periodistas, incluso de los llamados grandes medios, se atrevieran a publicar sus reclamos por que se hiciera justicia en los casos que exponía.
Así logró Tarek William Saab dar a conocer su rostro ante la opinión pública y con ello ingresar a la vía principal que lo ha conducido durante más de dos décadas por un camino de liderazgo en la defensa de los derechos humanos; camino por lo demás intrincado y espinoso porque, incluso, le costó la privación de su libertad durante el golpe de Estado ejecutado en abril de 2002.
En aquella oportunidad Saab, solo por estar identificado con una ideología distinta a quienes rompieron el hilo constitucional, fue sacado prácticamente a la fuerza de su residencia y golpeado salvajemente por funcionarios de la extinta Disip, sin importar la inmunidad que poseía entonces en su condición de diputado a la Asamblea Nacional.
A pesar del silencio mediático que se generó durante el llamado “Carmonazo”, las imágenes y fotografías de su captura al final se colaron y dieron la vuelta al mundo como un claro ejemplo del exabrupto que se cometió.
Una década y media ha transcurrido desde aquel suceso y Saab continúa en su empeño por defender los derechos de los venezolanos y venezolanas, ahora con la investidura de defensor del Pueblo, cargo que ejerce por un período de seis años, después de haber sido elegido por la Asamblea Nacional el 21 de diciembre de 2014.
DE EL TIGRE A MÉRIDA Y LUEGO A CARACAS
Tarek William Saab nació en la población de El Tigre, estado Anzoátegui, el 10 de septiembre de 1963, en el seno de una familia de inmigrantes libaneses que se dedicaron a la venta de ropa.
En una entrevista publicada el 25 de diciembre de 2014 por el periodista Kevin Gutiérrez, el ahora defensor, quien además preside el Consejo Moral Republicano, afirmó haber tenido una infancia y una adolescencia felices, en las que pudo jugar, divertirse y tener sus conquistas amorosas.
A los 15 años apareció en el anzoatiguense la vena literaria, en especial una inclinación a escribir poemas. A estos dotes de poeta se sumó un interés por escribir artículos de opinión en los que ya se observó que el joven no tenía intenciones de permanecer indiferente ante las injusticias.
Estas publicaciones de Saab aparecieron con regularidad en el periódico Antorcha, un diario de circulación en el estado Anzoátegui y otras localidades de oriente.
Una vez graduado de bachiller, decide seguir la ruta literaria al ingresar a la Escuela de Letras de la Universidad de Los Andes.
Al poco tiempo de estar cursando estudios en Mérida, decide cambiar de rumbo y se traslada a la ciudad de Caracas donde ingresa a la Universidad Santa María y obtiene el título de abogado, para luego realizar un posgrado en Derecho Penal y estudios en Derechos Humanos en la Universidad Central de Venezuela.
A partir de ahí su vida se ha repartido entre la política, la administración pública, la poesía y la indeclinable lucha en defensa de los derechos humanos.
UN REBELDE DESDE SIEMPRE
Cuando apenas contaba 14 años, Saab fue picado con el aguijón de la política; de esa política rebelde, contracorriente, que caracteriza a la gente de su edad.
En 1978 comenzó a militar en las filas de un grupo de extrema izquierda y a los 16 años fue detenido por primera vez, en medio de una manifestación estudiantil, por parte de funcionarios de la extinta Disip.
En esa época se inscribió en el Movimiento PRV-Ruptura, en el que solidificó sus ideas de izquierda al desempeñarse por varios años como asistente del excombatiente Douglas Bravo.
Su fuerte convicción en la doctrina izquierdista y antiimperialista, lo llevaron de nuevo a la cárcel en 1984 y posteriormente en noviembre de 1992, durante la segunda rebelión militar que se dio ese año.
En 1996, tras la desaparición de PRV-Ruptura, Tarek prosigue su camino junto a Douglas Bravo y promueven la fundación del movimiento de izquierda radical Tercer Camino.
Posteriormente respaldó las ideas y la candidatura presidencial de Hugo Chávez Frías, quien logra la victoria en las elecciones del 6 de diciembre de 1998.
SU INCURSIÓN EN LA POLÍTICA
Tarek William Saab apareció por primera vez y de manera formal en la política venezolana al ser elegido como diputado al extinto Congreso de la República para el período 1999-2004, donde se desempeñó como presidente de la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara Baja.
No obstante, el recién electo presidente Hugo Chávez convocó a un referendo consultivo para la celebración de una Asamblea Nacional Constituyente encargada de redactar una nueva Carta Magna que sustituyera a la de 1961, que devino en la disolución del Parlamento.
El anzoatiguense también fue elegido para integrar ese cuerpo legislativo, donde ocupó el cargo de presidente de la Comisión de Derechos Humanos.
Saab logra alcanzar una tercera incursión de manera consecutiva en el plano parlamentario al ser electo como diputado a la nueva Asamblea Nacional, establecida en el año 2000.
DE VUELTA A SU TIERRA NATAL
Durante cuatro años Saab se desempeñó en la Asamblea Nacional como presidente de la Comisión de Política, pero abandonó su cargo para aspirar a la Gobernación de su estado natal Anzoátegui, en la que obtuvo un triunfo con el 57% de los votos.
Tarek William Saab fue ratificado para un segundo período al mando del estado oriental tras ganar la elección celebrada el 23 de noviembre del año 2008.
Durante su gestión se construyó el estadio de fútbol José Antonio Anzoátegui, que sirvió de sede de la Copa América que se jugó en Venezuela en 2007 y en el que además la selección nacional ha jugado varios partidos de eliminatorias para la Copa del Mundo.
EL POETA DE LA REVOLUCIÓN
El defensor del Pueblo es conocido por las nuevas generaciones como un personaje ligado a la política por el sinnúmero de cargos que ha ocupado; no obstante, una de sus facetas más relevantes ha sido la de escritor de poemas.
Saab ostenta hasta ahora 12 publicaciones, entre ellas Cielo a Media Asta, que es una antología entre 1984 y 2000; Los Niños del Infortunio, traducido al inglés, francés y chino, Al Fatah, Poemas Selectos y los Ríos de la Ira.

No en vano el Comandante Eterno, Hugo Chávez, por sus ideas y fina pluma, lo bautizó como El Poeta de la Revolución.


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