Cuatro muertos y un herido fue el saldo que dejó el ataque de un grupo de hombres en la calle Miranda del Mirador del Este en Petare, municipio Sucre (Mir).
Las víctimas fatales fueron identificadas como Miguel Ángel Fuenmayor Vázquez (18), Armando José Lejardy Díaz (23), Carlos Eduardo Mendoza (24) y José Antonio Díaz Serrano (19). Mientras que el herido responde al nombre de Yeison Paredes.
Según se conoció, los victimarios llegaron a las 4:00 am de ayer a bordo de una camioneta Panel Mitsubishi, color blanco, vestidos de negro y encapuchados.
En una de las casas había una fiesta. El inmueble era propiedad de un funcionario activo de Polimiranda a quien presuntamente iba dirigido el ataque. Este resultó ileso.
Fuentes policiales informaron que uno de los pistoleros fue identificado como Carlos Eduardo Rodríguez Acevedo, apodado El Cabezón, quien además se encuentra evadido de un cuerpo policial.
Sobre los fallecidos, deudos informaron que recibieron múltiples impactos de bala en espalda, pecho y cabeza.
Dos de ellos no pertenecían a la comunidad. Fuenmayor Vázquez laboraba como colector junto a su papá en la línea Petare-Carpintero. Mendoza y Lejardy Díaz eran mototaxistas, el segundo de ellos con una hija de año y medio. Díaz Serrano era mecánico en el sector.
Acuchillada. Keyla Dayerling Martínez (24) fue apuñalada y murió la tarde del sábado en el hospital Ana Francisca Pérez de León II de Petare.
Desde la morgue de Bello Monte, familiares identificaron a la presunta homicida como Grecia Daniela Blanco, que había peleado años atrás con Keyla por el novio de una amiga. El viernes a las 5:30 pm ambas se fueron a las manos en el callejón El Rincón del Primer Plan del barrio San Miguel, luego de que Grecia le hiciera un reclamo a la hermana de Keyla.
Media hora después Keyla bajó hasta la avenida Francisco de Miranda junto a su hermana a una agencia de loterías. En ese momento notaron que Grecia las venía siguiendo, cuando de repente sacó un cuchillo de un bolso y tras perseguirlas se lo clavó en un costado a Martínez.
Testigos del crimen la auxiliaron hasta el hospital, donde fue operada el mismo viernes, pero sufrió dos paros respiratorios que comprometieron su estado de salud. El sábado a las 5:00 pm sufrió un tercero que no resistió.
La infortunada deja en estado de orfandad a una niña de un año. Se ganaba la vida desde hacía tres años como recepcionista en la Corporación Andina de Fomento.
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