María Ángela Rodríguez González (21), era una joven Wayu que
sobresalía entre los jóvenes de su raza y mestizos en el barrio Vista
Hermosa del sector Palo Negro de la parroquia Ildefonso Vásquez de
Maracaibo. Había entrado en la Universidad del Zulia y no muchas
personas en su comunidad apostaban a que surgiría. A los pocos meses la
humilde estudiante demostró que le sobraban ganas para echar adelante y
supero varios obstáculos propios de su pobreza económica.
Era
la mayor de cuatro hermanos y tenía una rutina bestial. Salía de su
casa a la seis de la mañana a la universidad y regresaba entre siete y
ocho de la noche, dijo entre lágrimas una de sus hermanas. María Ángela
había descubierto un nuevo mundo, el de la camaradería universitaria. Su
motivación la llevó a alcanzar el cuarto semestre de contaduría con
excelentes notas. Su trayectoria por el liceo Baralt evidenció ante su
familia que sería la única aue llegaría lejos. “A mí nunca me llegaron
con un reclamo de ella…era una muchacha estudiosa, ejemplar, obediente y
luchadora”, expreso entre sollozos su madre Inolda González.
Ayer
martes la vida le hizo una mala jugada. Salía de la facultad y por
razones del destino su trayecto a casa no lo realizó por el camino
establecido. No subió la pasarela y fue víctima de un joven der 25 años
que iba a toda velocidad en una camioneta Trie Blazer dorada. Las
llantas le pasaron por encima y murió en el acto. A las pocas horas su
cadáver estaba en la morgue forense.
El conductor fue detenido
pero los deudos de la estudiante están seguros de que las benevolentes
leyes lo dejaran en libertad antes del novenario de María Ángela.
Conocer
de la vida de esta joven estudiante partío el alma. La muchacha se
levantaba y no pisaba un piso de cemento sino de tierra. Así era la
pobreza de la estudiante y por ello de viernes a domingo abandonaba sus
estudios para planchar y lavar en casas ajenas. Era casi el sostén de su
casa y su madre. Esta sufrida mujer que no paraba de llorara a un lado
del féretor, reconoce la voluntad de su hija, quien dentro de sus
aspiraciones era hacer su casa más grande y bien habitable.
María
Guadalupe, una de las hermanas de esta estudiante, expreso que la
infortuna noticia la recibieron la tarde de ayer pero pensaba que aún
María Ángela estaba viva. “Que dolor fue cuando nos dijeron que murió en
ese lugar sin que sus padres estuvieran a su lado.
“La esperanza
de la familia se nos fue. Era la única que estudiaba en la universidad y
estábamos contentos por eso….ahora queremos que ese hombre que la mató
responda ante nosotros y la la justicia”, dijo Alicia Montiel, tía de
la estudiante Inolda González, madre de la joven estudiante llora al comnetra asobre su hija
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