Gabriel Benavides está prófugo por el crimen de la niña de dos años de edad y es solicitado por homicidio en Yaracuy.
Gladys Coromoto Hernández, de 22
años de edad, se refiere al asesinato de su bebé de 2 años con dolor e
impotencia. A las afueras de la morgue de Bello Monte, mientras espera
que le entreguen el cadáver de su hija, admite que su pareja, Gabriel
Benavides, mató a golpes a la niña y las había agredido anteriormente.
La mujer habla pausado mientras recuerda lo vivido hace un par de días.
“Aunque
había denunciado a mi pareja, le di otra oportunidad. Cuando la niña
tenía un año le pegó. Él siempre le tuvo idea porque no era su hija.
Hace cuatro meses puse la denuncia en Fiscalía. Allá hablaron conmigo y
como les dije que le iba a dar otra oportunidad a él quedaron en hacerle
seguimiento al caso y en orientarlo. Pero nunca hicieron nada”, afirmó
Hernández.
La mujer contó que el
miércoles pasado en la noche, después de decirle a su novio que se iba a
ir de su casa, el hombre se tornó violento y le pegó a ella y a su hija
hasta causarle la muerte a la bebé.
“Eso
ocurrió en la casa de él, que queda en el estacionamiento del edificio
Bolívar y Zamora, en la parroquia San Agustín. Después llevé a mi hija
al CDI de Terrazas del Alba, pero llegó muerta. Hubo un momento,
mientras él le pegaba, que quedé en shock y cuando volví en mí me di
cuenta de lo que sucedía. Ahora debo cuidarme y andar acompañada para
que no me vuelva a agredir porque ya me fui de su casa”, dijo conmovida.
Hernández
fue a la morgue junto con otros familiares. Allí, después de realizarse
unos exámenes forenses por los golpes que recibió de su pareja y de
responder interrogatorios, le explicaron que a la bebé se le
desprendieron algunos órganos, debido a los golpes que recibió.
Benavides,
de 39 años de edad, está prófugo y además es solicitado en el estado
Yaracuy por un homicidio. Un familiar de Hernández comentó que la mujer
conoció a Benavides en San Agustín, y que después de hacerse novios ella
se mudó a su casa.
“Él consumía
drogas y era muy violento. Después de lo ocurrido nos enteramos que
había sido novio de una funcionaria de la Policía Nacional que también
había sido maltratada por él”, advirtió un pariente de la niña.
Mientras
esperaban la entrega del cuerpo en las afueras de la medicatura
forense, los familiares de la bebé pensaban en qué accesorios y ropa le
pondrían a la niña para su velatorio, que será en la vivienda de un
pariente.
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