Para
los delincuentes que sometieron, ataron, asesinaron y enterraron en una
fosa de metro y medio en una quebrada cerca de los talleres centrales
del Metro de Maracaibo, al estudiante Ángel David Ibáñez, los sabuesos
del Eje de Investigaciones de Homicidios del CICPC-Zulia, fueron un
torbellino que alcanzó cada una de sus huellas hasta dar sus paraderos.
Por un teléfono celular le quitaron la vida a Ángel David Ibañez Pérez (23), le reveló a NAD una fuente
vinculada a las investigaciones y agregó además que el caso fue
resuelto en cuestiones de horas porque el propio jefe de ese despacho de
homicidios, inspector Willmer Rodríguez, se sumó a las pesquisas.
El crimen de este
joven, quien estudiaba 4to semestre de Informática en el Instituto
Universitario de San Francisco y trabajaba como albañil junto a su padre
en una construcción que se ejecuta en la tienda Traki de La Limpia, se
produjo la madrugada del amanecer del 18 de noviembre, en una venta de
cerveza clandestina ubicada entre los barrios José Gregorio Hernández e
Integración Comunal.
La víctima y sus asesinos se conocían y coincidieron esa madrugada en la referida vivienda de la parroquia
Luis Hurtado Higuera. Ángel Ibañez, padre del joven, hoy occiso,
explicó que su hijo llegó a su casa en el sector 23 de Febrero de
Integración Comunal y al rato volvió a salir. De allí no supo más de él y
se produjo una maratónica búsqueda
que concluyó el martes en la tarde, tres días después que recibió un
funesto mensaje a su celular donde le aseguraron que su hijo estaba
enterrado en una fosa cerca de una cañada en ese mismo barrio.
Hurgaron hasta
conseguir evidencias de la existencia de un cadáver, el cual poco rato
después detectives del CICPC confirmarían que en efecto se trataba del
cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición. Ibáñez lo
reconoció por una deformación que tenía Ángel desde niño en la uña del
pulgar de su mano izquierda.
Las pesquisas
realizadas por el CICPC determinaron que un sujeto conocido como “El
Eudo”, en medio de la ingesta de alcohol y droga, desbordó su furia
contra Ángel David en una venta clandestina de licor porque le había
vendido un teléfono celular que a los pocos días se dañó. Otros dos jóvenes, apodados “ El Brando” y “El Pirro”, acompañaban a “El Eudo”.
Este último arremetió
contra el estudiante y con la ayuda de los otros dos sujetos, lo
amarraron y lo arrastraron hasta el borde de la cañada. Allí “El Eudo”
le dio varias puñaladas y junto a sus amigos enterraron el cadáver.
Tras varios
allanamientos practicados en el barrio José Gregorio Hernández fueron
capturados por el CICPC ayer mismo “El Brando” y “El Pirro”. Estos
habrían contado cómo se produjo el homicidio. Explicaron además que
todos se conocían desde hace tiempo.
Los investigadores
de homicidios allanaron otras residencias en busca de “El Eudo” y
buscan a otros posibles participantes en ese escabroso homicidio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario