Para el presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, no habrá
integración si no existe compromiso brutal de voluntad política porque
los obstáculos del mundo son enormes y el pasado sigue apretando.
En ese contexto, refirió que la realidad de “nuestras economías es de
un mundo globalizado con seres transnacionales de dimensiones,
de carácter colosal, porque la desigualdad muerde en las entrañas
de nuestro continente”.
Desde Guayaquil, Ecuador, en la ceremonia de la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) para recibir la presidencia Pro-Témpore del
bloque integracionista, Mujica reclamó a los gobiernos de la región
reforzar el compromiso con los pueblos.
“Los obstáculos que tenemos por delante son formidables y si los
sistemas políticos no entienden esto, el vigor de las fuerzas que nos
dividen, que nos oprimen y tienden a atomizarnos ganarán este partido y
perderemos una oportunidad tal vez irrecuperable, porque estamos
llegando muy tarde al tiempo del desarrollo, porque hay 200 años de
ventaja, de inteligencia, de cultura, de afirmación, de investigación,
de acumulación de capital y hemos estado en las filas de las
cenicientas, de los dependientes”.
Mujica refirió que los presidentes y Jefes de Estados tienen que
darse cuenta que la integración es un edificio colosal y hay que
construirla, para sobreponerse a las vicisitudes ”que a cada uno de
nosotros le impone el Estado nacional, porque se trata de crear una
realidad tangible fuerte y nunca hemos sido capaces los latinoamericanos
de dar un abrazo definitivo de esa magnitud” .
Instó a aprender del pasado, de los errores, de la grandeza de
hombres que tuvieron mensajes que quedaron inclusos, aprender de las
derrotas, de las cárceles, de los pisoteos, de la deuda social que tiene
América Latina, para rescatar en el mundo dos cosas: la paz y la
dignidad de la política.
“Hay que dedicar fuerte en el mundo, no a la corrupción alto al
compromiso político porque las masas de este mundo tienden
a desconfiar de la política y a no creer más en los gobiernos y a
encerrarse en el individualismo”, realzó.
El mandatario uruguayo, que recibe la presidencia de Unasur, advirtió
que las masas humanas de este mundo tienden a desconfiar de las
políticas y no creer en gobiernos, para encerrarse en el individualismo.
“Para andar en la vida hay que tener esperanzas, y para tener
esperanza hay que creer en la gente que gobierna y para hacer creíble la
gente que gobierna tiene que asumir la fe y el compromiso republicano,
-porque- las repúblicas vinieron para gritarle a los reyes: ‘¡Los
hombres somos iguales por derecho de nacimiento y las mayorías mandan!’,
por lo tanto los hombres y las mujeres que gobernamos debemos de
pertenecer en corazón y alma en compromiso con las mayorías
y adoptar sus formas porque al final terminarás pensando como vives, y
debes de vivir como piensas” .
Rechazó que “no puede ser que la sociedad capitalista transforme todo
en un mercado, las políticas no pueden ser un mercado. Por eso apelo a
los señores presidentes, habrá una América integrada no solo por
concordancias que podamos tener o diferencias de ideas, todo es
negociable, pero lo que no puede ser negociable es el alma y el
compromiso que tenemos con la gente y los pueblos”, expresó en un
emotivo discurso.
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