El
noreste de Estados Unidos quedó cubierto el martes por más de 30
centímetros de nieve tras una tormenta que no llegó a ser tan dura como
aseguraban alarmantes pronósticos, que llevaron a la cancelación de
miles de vuelos, cierres de escuelas y límites a la circulación de
vehículos.
Las autoridades de la ciudad de Nueva York, el estado de Nueva York y
de Nueva Jersey comenzaron este martes a levantar las prohibiciones de
viaje impuestas la noche anterior, cuando los meteorólogos advirtieron
de una tormenta de nieve potencialmente "histórica", que podría arrojar
hasta 90 centímetros de nieve y paralizar la costa este.
El Servicio Meteorológico Nacional levantó la advertencia de tormenta
de nieve para la ciudad de Nueva York, reduciéndola a una alerta por
tormenta invernal, pero dijo que podría caer nieve hasta la medianoche.
"Pensábamos que tendríamos algo mucho mayor", dijo el alcalde de Nueva
York, Bill de Blasio, a CNN.
"Vamos a volver a la normalidad rápidamente aquí en la ciudad de
Nueva York", agregó. En Long Island, parte de Nueva York, la policía del
condado de Suffolk dijo que un adolescente había muerto a última hora
del lunes cuando se estrelló contra un poste de luz. La Bolsa de Valores
de Nueva York operará normalmente, dijo el portavoz Eric Ryan.
En Washington, D.C., las oficinas federales y las escuelas públicas
tenían previsto abrir dos horas más tarde para permitir tiempo adicional
de viaje. Se esperaba que los fuertes vientos y nevadas persistieran
durante todo el día y algunas carreteras bajas en la costa de
Massachusetts resultaron inundadas, informó la policía estatal.
Algunas de las nevadas más fuertes ocurrieron en partes de
Connecticut y Massachusetts, mientras que el Central Park de Nueva York
registró 15 centímetros, menos de un cuarto de la "histórica" caída de
nieve que algunos pronosticadores esperaban. Los viajes se vieron
interrumpidos, con más de 4.500 vuelos cancelados en aeropuertos
estadounidenses, según FlightAware.com, y no había trenes ni autobuses
en Nueva York, Boston o Nueva Jersey.
Los pronósticos más alarmantes llevaron a gobernadores de ocho
estados de la costa este a declarar emergencias y la tormenta afectó a
hasta 60 millones de personas en una docena de estados. La oficina
central de Naciones Unidas se tomó el día libre el martes. Las escuelas
de la costa este, incluyendo la ciudad de Nueva York -que tiene el
sistema de educación pública más grande del país-, cerraron.
Universidades, entre ellas Harvard y el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés), cancelaron clases. La mayor
nevazón en la ciudad de Nueva York se registró durante una tormenta del
11 y 12 de febrero de 2006, cuando cayeron 68 centímetros de nieve,
según la Oficina de Manejo de Emergencias local.
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