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martes, 16 de noviembre de 2010

La cuenta corriente de la balanza de pagos registró un saldo positivo de US$ 2.571 millones en el tercer trimestre de 2010.


Durante el tercer trimestre del año 2010, la Balanza de Pagos del país registró un saldo positivo en la cuenta corriente de US$ 2.571 millones, en tanto que la cuenta capital y financiera reflejó un déficit de US$ 1.882 millones, con lo cual el saldo de las reservas internacionales netas del país se ubicó en US$ 29.419 millones, monto que incluye US$ 831 millones del Fondo de Estabilización Macroeconómica.


Cuenta corriente

El resultado positivo de la cuenta corriente mostró una reducción de 52,2 % respecto al valor observado en el tercer trimestre de 2009 (US$ 5.377 millones), como resultado de la desaceleración del superávit comercial en 27,6%, impulsada ésta por el crecimiento de las importaciones (13,0%) y el descenso de las exportaciones del período (-5,8 %).

Dicho comportamiento de las exportaciones de bienes en el trimestre (US$ 15.491 millones) se produjo por la reducción en el valor de las ventas externas tanto privadas como públicas, en estas últimas el componente petrolero, que representa el 97 % del sector, se contrajo en 5,4 % por el efecto conjunto de una variación negativa de 12,1 % en las cantidades exportadas y del incremento de precios en 7,8%.  El resto de las exportaciones públicas disminuyeron en 0,7%, especialmente por la caída en los volúmenes vendidos en productos del acero y por los menores precios internacionales en productos plásticos, químicos y del aluminio, no obstante el crecimiento del volumen exportado de este último. Por el contrario, repuntaron las exportaciones de productos del hierro, tanto por incrementos de precios como de volumen.

En cuanto a las exportaciones privadas, se observó una reducción de 22,4 %, esencialmente en bienes vinculados a las categorías de maquinarias y equipos y metales comunes, aunque también se registraron alzas en el valor de las ventas de productos y sustancias químicas.

Las importaciones del trimestre se situaron en US$ 9.968 millones, impulsadas por el crecimiento de las compras públicas y privadas (31,1% y 6,2%, respectivamente). En las compras del sector público destacan las de maquinarias y aparatos eléctricos destinadas a la ejecución de obras de generación hidroeléctrica y termoeléctrica que adelantan las empresas del sector; las de maquinarias y equipos; las de aparatos, partes y piezas para telefonía; las de vehículos automotores para  pasajeros y metales comunes, entre otros. Las importaciones del sector privado se centraron esencialmente en productos químicos; alimentos y bebidas; instrumentos médicos; ganado y productos agrícolas y maquinarias y aparatos eléctricos. 

Respecto al saldo comercial de los servicios, se estimó un déficit de US$ 2.103 millones en el trimestre, lo que representa un aumento puntual de 19,2%, producto de la disminución de los ingresos en las categorías de transporte, viajes y comunicaciones, y de los mayores pagos por fletes y servicios asociados al volumen de importaciones de bienes del trimestre, así como por viajes, seguros y servicios financieros con el exterior.



Cuenta financiera

El déficit financiero disminuyó en el trimestre respecto al del mismo período del año 2009 (US$ 2.773 millones), debido a la reducción de los egresos netos de la cuenta de inversión directa y al aumento de las entradas de inversión de cartera, compensando el mayor déficit de la cuenta otra inversión. 

Las operaciones de inversión directa mostraron un déficit de US$ 1.212 millones, inferior en US$ 931 millones al registrado en el tercer trimestre del año anterior, tendencia observada tanto en el componente de inversiones en el exterior como en las inversiones en el país. En el primer caso, destacaron la amortización de la deuda de la industria petrolera nacional frente a sus empresas relacionadas y la venta de una filial externa por parte de una compañía privada residente. El segundo componente refleja la reducción del capital extranjero  en el país, producto de la concreción del acuerdo de estatización de una empresa cementera, así como la cancelación de parte importante de la deuda comercial privada frente a proveedores afiliados y de otras cuentas por pagar. 

El superávit de cartera alcanzó los US$ 1.330 millones, superando en US$ 421 millones al monto observado en el período similar anterior, resultado que se explica por la disminución de las posiciones activas de la tesorería nacional y por el aumento de los pasivos en títulos de deuda del Gobierno y Pdvsa. Este endeudamiento se vincula a la emisión de los bonos 2022 en el mercado interno, convertidos parcialmente en deuda externa vía mercado secundario, así como a la liquidación en el exterior de los títulos negociados a través del Sitme.

El déficit de la cuenta otra inversión en el trimestre se estimó en US$ 2.000 millones, acentuándose moderadamente con respecto al período en comparación, como consecuencia del significativo incremento de los activos y en menor proporción al alza de los pasivos.

En el resultado señalado inciden principalmente las cuentas del sector financiero público, que incluyen el registro compensado, como activo (depósitos) y pasivo (préstamos), de  los primeros desembolsos del acuerdo de  Financiamiento de Largo Plazo y Gran Volumen, otorgado en dólares y Yuanes Renmimbi al Banco de Desarrollo de Venezuela (Bandes) por el Banco Nacional de China; los cuales sumaron para este trimestre US$ 8.857 millones.

Adicionalmente, las empresas públicas petroleras y no petroleras, muestran  incrementos en sus depósitos y anticipos comerciales externos, mientras que el Gobierno General presentó caída en sus posiciones activas, explicada por la ejecución de los programas de inversión  y pagos de deuda externa, incluyendo el vencimiento de los Bonos 2010, con recursos de los fondos de inversión y la tesorería nacional. Respecto a los pasivos, otras operaciones que aumentaron el saldo del sector, fueron los créditos recibidos de organismos multilaterales y nuevos pagos pendientes pautados en la negociación de empresas nacionalizadas.

El sector privado, por su parte, mantuvo el incremento de activos en depósitos y  la cancelación de  pasivos, especialmente los de índole comercial, en un entorno de mayor acceso a las divisas a través de CADIVI, del Sistema de transacciones con títulos en moneda extranjera (SITME) y de la emisión local de títulos de deuda pública negociables internacionalmente.


Posición de inversión internacional

El país finalizó el tercer trimestre del año con una posición de inversión internacional de US$ 143.996 millones, aumentando en 14,4% respecto al saldo neto correspondiente al período similar del año 2009 (US$ 125.842 millones). Este comportamiento se explica por un alza de 10,8% en los activos, al registrar US$ 242.391 millones, la cual superó el aumento de 5,8% en los pasivos, estimados en US$ 98.395 millones.

Las posiciones de los activos públicos y privados crecieron en 5,9% y 15,5%, respectivamente. Los activos del sector público se incrementan principalmente en los componentes de créditos comerciales y otros activos, debido al valor pendiente de las facturas petroleras, especialmente las asociadas a los convenios energéticos; igualmente, aumentaron los depósitos por efecto de las mayores disponibilidades de divisas provenientes de los acuerdos de financiamiento internacional firmados por la República. Por su parte, el sector privado continuó reflejando crecimiento en sus depósitos externos, mientras que redujo sus posiciones en instrumentos de cartera. 

Los pasivos externos totales crecieron por efecto del aumento de la deuda  pública, cuyo saldo es mayor en 20,9% respecto al cierre de septiembre de 2009. Este incremento se corresponde, por una parte, al mayor endeudamiento a través de las emisiones de títulos del Gobierno y de PDVSA durante los últimos cuatro trimestres, que en buena medida han sido negociados internacionalmente por los tenedores residentes a quienes fueron adjudicados; y por otra parte, al financiamiento de largo plazo contraído con la República de China. En sentido contrario, se realizaron las amortizaciones previstas, en efectivo o con suministro de crudo, correspondientes a las deudas contraídas por el Estado con anterioridad, tales como los préstamos con organismos multilaterales, banca internacional, acreedores externos de empresas estatizadas y los vinculados al Fondo Conjunto Chino-Venezolano.

El sector privado reflejó una baja de 16,4% en su posición deudora, la cual se observó en todas las categorías de pasivos, destacando la amortización de créditos comerciales con relacionados y no relacionados, así como la disminución de otras cuentas por pagar.



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