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jueves, 27 de octubre de 2016

Educación Sexual: disfrutar del uso del lubricante es cuestión de aprender

 
La lubricación adecuada puede ser la clave para vivir una relación sexual placentera, algunas personas no lubrican naturalmente lo suficiente, por lo cual la industria farmacéutica ha puesto desde hace muchos años la opción de lubricantes en envases. Todos parecen amar y recomendar el uso de lubricantes, pero puede ser incómodo para algunas personas.
 
Sexólogos certificados han recomendado:
 
Primero lo primero: tienes que aprender a elegir el tipo de lubricante correcto. Existen muchas opciones con diferentes texturas e ingredientes, así como hay un gran rango de variedad, tanto en precio, como en calidad. 
 
¡Ojo! Existen malos lubricantes. Por eso, antes de elegir el correcto, asegúrate de que estás eligiendo algo digno para tu zona más íntima. La elección es importante, pues podría hacer la diferencia entre un encuentro excitante, con uno desastroso.
 
¿Qué separa un lubricante bueno con uno malo, su precio? Para empezar, el lubricante de mala calidad es pegajoso y deja mucho residuo. Pueden tener fragancia y hasta color que provocan infecciones, alteran el Ph vaginal y, por supuesto, arruinan el encuentro sexual.
 
Por otra parte, un buen lubricante complementa la lubricación natural de tu vagina, no la reemplaza, ni la supera. Debería sentirse líquido y suave, dependiendo del tipo, pero nunca pegajoso. Y la última prueba de un gran lubricante es que no puedes sentirlo; de hecho mejora, pero no te distrae del sexo.
 
Ahora hablemos del lubricante correcto para ti. Si eres nueva en esto, definitivamente te recomiendo empezar con una fórmula de agua. Además de que es muy ligera, no es pegajosa y puede limpiarse fácilmente. El lubricante de agua no dura tanto como otros, pero tampoco mancha las sábanas, ni deja todo un desastre en la cama.
 
Si prefieres algo resbaladizo, podrías buscar un lubricante de silicón. Su fórmula es más espesa, dura por más tiempo, y son buenísimos para tener sexo en el agua. Aunque funcionan muy bien con el láxte, no se deberían combinar con juguetes sexuales de silicón, pues podría dañar el material.
 
Ahora que tienes el lubricante perfecto, hablemos sobre cómo utilizarlo. Para empezar, aplica tan sólo un poco y luego ve agregando más si es necesario. Después de tener relaciones, aunque sea incómodo e inconveniente, es súper importante limpiarlo completamente de la vagina. Cualquier fluido extra podría alterar el Ph vaginal y causar comezón, incomodidad e infecciones.
 
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