Un gato callejero que se paseaba el domingo por Estambul decidió ingresar a un hospital privado cuando un hombre que salía del lugar empujó la puerta giratoria trabándole la cabeza al animal y desencadenando la angustia entre los presentes.
En seguida, un grupo de médicos y pacientes se acercó para auxiliarlo y, aunque no fue fácil liberarlo, lo consiguieron.
Lo verdaderamente difícil fue reanimar al minino porque no respiraba. Un médico comenzó a masajearle el pecho aplicándole técnicas de resucitación.
“Cuando el gato comenzó a responder, paramos los masajes y lo llevamos al servicio de emergencias. Entonces llamé a un amigo veterinario, que nos dijo qué medicinas administrarle y cómo hacerlo”, contó Akyürek al Daily Sabah, el doctor que lo atendió.
Finalmente, el animal se recuperó y el médico decidió adoptarlo. Lo nombró “Mucize”, que en turco significa “Milagro”.
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