El jurado del taller para jóvenes realizadores y productores de documental de Latinoamérica Morelia Lab, llevado a cabo recientemente en Morelia, Michoacán- México, en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, galardonó al venezolano Carlos Caridad Montero, con su proyecto Más allá del valle de la silicona, otorgándole el Premio Cinépolis Guión Morelia Lab al mejor proyecto latinoamericano.
El objetivo principal del taller es ofrecer un espacio de profesionalización de documentalistas mexicanos y latinoamericanos, así como el de generar el intercambio de experiencias y la reflexión sobre las perspectivas del documental en Latinoamérica.
Al respecto, el laureado Carlos Caridad Montero comentó: "El Morelia Lab es una especie de taller donde asistimos 10 proyectos latinoamericanos y 20 mexicanos. El taller consiste en hacer un pitch de tu proyecto en 7 minutos de la manera más atractiva, novedosa y que venda, además se realizan conferencias, diálogos y mesas de análisis entre profesionales sobre temas específicos del quehacer documental en Latinoamérica y el mundo".
"Me otorgaron a mí ese premio básicamente porque cumplía con los requerimientos básicos de un pitching: cómo vender la película de la manera más llamativa. Una de las cosas que hice yo para tratar de venderla lo más atractiva posible fue hacer un uso intensivo del humor, vi que los proyectos eran bastante formales y aunque el mío trata un tema muy serio le di la vuelta para venderlo con humor", cuenta emocionado Caridad sobre el premio recibido.
En palabras de Carlos Caridad, Mas allá del valle de la silicona es un proyecto de investigación documental sobre la obsesión que tienen las venezolanas con su apariencia física y de cómo viven aquellas personas que no encajan dentro de esos patrones estéticos de belleza que están de moda en Venezuela, y cómo hacen para acoplarse a ese mundo. "Sin embargo es un documental que está visto con humor, sin dejar una posición crítica o no, lo que estamos buscando es plantear ese tema de discusión en Venezuela", afirma Carlos Caridad.
Sobre el premio en metálico de 50 mil pesos, refirió que está destinado a armar de manera integral el proyecto, de modo de poder cubrir todos los gastos que esto genera, como el caso de la toma de fotografías, carpetas de presentación, demos, selección de personajes y casting, todo con la finalidad de mostrar a futuro un buen proyecto en fase de desarrollo, con el que se pueda acceder a un fondo internacional.
"Estoy muy contento, fueron 30 buenos proyectos con los que tuve que competir, pero lo más importante de este premio es que el Morelia Lab es un buen primer paso en el desarrollo de cualquier proyecto, porque el taller tiene mucho prestigio de cara a otro fondos internacionales. Digamos que ya tengo un aval para que de alguna manera alguien de algún fondo internacional mire mi proyecto con cierta atención y sea tomado en cuenta", enfatizó Caridad.
El Jurado encargado de emitir el veredicto , tras asistir a la presentación de los proyectos de los 30 productores participantes, estuvo conformado por María Inés Roqué, productora y realizadora mexicana, Luis Felipe Tovar, crítico de cine mexicano y Hugo Castro Fau, productor argentino.
Este grupo de expertos, también otorgó a Los sabores de mis sueños de Roberto Alejandro Corzo de Chiapas, el Premio IMCINE - Morelia Lab al Mejor proyecto mexicano (50 mil pesos). Adicionalmente se hicieron cuatro menciones especiales : al proyecto La once de Mayte Alberdi, Chile; al proyecto Un legado de violencia de Juan Sarmiento de Colombia; al proyecto Sin Clemencia de Alejandro Montalvo y al proyecto Teonanácatl, más allá de María Sabina de Gustavo Mora, México.
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