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miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Solo cuatro horas de sueño son necesarias para vivir?

Pregúntale a Abby Ross, una psicóloga retirada de Miami, Florida, y una “madrugadora”. Solo necesita cuatro horas de sueño cada noche, así que tiene mucho tiempo libre para hacer cosas mientras que el resto del mundo está en los brazos de Morfeo
“Es maravilloso tener tantas horas en el día. Siento como su pudiera vivir dos vidas”, dice.
Las personas que duermen poco como Ross nunca se sienten letárgicos ni se quedan dormidos en el día. Se levantan temprano –normalmente a las cuatro o las cinco de la mañana- listos para ponerse manos a la obra.
Es posible que Margaret Thatcher fuera una de ellas. Una vez dijo que sólo necesitaba dormir cuatro horas, mientras que la cantante Mariah Carey asegura que requiere 15.
¿Por qué algunas personas duermen en forma tan fantásticamente eficiente mientras que otros se pasan la mitad del día adormecidos? ¿Podemos cambiar nuestro patrón de sueño para hacerlo más eficiente?
Toda una familia madrugadora
En 2009, una mujer llegó al laboratorio de Ying-Hui Fu en la Universidad de California, en San Francisco, quejándose de que siempre se despertaba muy temprano.
Primero Fu pensó que era una “alondra extrema”: una persona que se acuesta y se levanta muy temprano. Sin embargo, la mujer explicó que se iba a dormir cerca de la medianoche y se despertaba a las cuatro de la mañana sintiéndose completamente alerta. Lo mismo le pasaba a varios miembros de su familia.
Fu y sus colegas compararon el genoma de varios de ellos. Descubrieron una mutación pequeñísima en un gen llamado DEC2, que aparecía en todos aquellos que dormían poco, pero no entre quienes dormían un número de horas similar al promedio, ni tampoco entre 250 voluntarios.
Cuando el equipo reprodujo la misma mutación en ratones, los roedores también dormían menos pero funcionaban igual de bien que los ratones normales cuando se les ponían tareas físicas y cognitivas.
Mantenimiento cerebral
Dormir poco normalmente tiene un impacto significativo en la salud, la calidad y la expectativa de vida. Puede causar depresión, aumento de peso e incrementar el riesgo de derrame cerebral e infarto.
“Dormir es muy importante. Si duermes bien puedes evitar muchas enfermedades, incluida la demencia”, dice Fu. “Si le quitas a alguien apenas dos horas de sueño al día, sus funciones cognitivas se ven significativamente disminuidas en forma casi inmediata”.
Pero todavía es un misterio por qué es tan importante. Mientras dormimos, el cerebro puede reparar daño celular, eliminar las toxinas que acumula durante el día, elevar el suministro de energía y archivar recuerdos.
“Claramente la gente que tiene la mutación del DEC2 puede hacer el mismo proceso de limpieza en menos tiempo. Simplemente son más eficientes que el resto de nosotros para dormir”, dice Fu. “¿Pero cómo lo hacen? He ahí la cuestión”.
Energéticos y optimistas
Una perspectiva positiva es común a todos los “madrugadores” que Fu ha estudiado. “Anecdóticamente –dice- todos son muy energéticos, muy optimistas. Es muy común que sientan como que quieren embutir la vida de tantas cosas como puedan, pero no estamos seguros de cómo o de si esto está relacionado con sus mutaciones”.
Ross parece encajar en ese molde. “Siempre me siento fantástico cuando me despierto”, asegura. Ella ha estado durmiendo cuatro o cinco horas cada día desde que tiene memoria.
“Esas horas en la mañana –cerca de las cinco- son simplemente fabulosas. Todo está tan tranquilo y se puede hacer tanto. Desearía que hubiera más tiendas abiertas a esa hora, pero puedo comprar online o puedo leer. ¡Hay tanto para leer en este mundo! O puedo salir y hacer ejercicio antes de que nadie se despierte o hablar con personas en otras franjas horarias.
Su patrón de sueño corto le permitió completar sus estudios universitarios en dos años y medio y le dio tiempo para aprender muchas habilidades nuevas.
¿Hay algún atajo?
Fu ha secuenciado el genoma de varias familias que llenan el criterio de las personas que naturalmente duermen poco. Sólo se están comenzando a comprender las mutaciones genéticas que llevan a esto, pero en principio –dice la especialista- es posible que un día logremos que otras personas también duerman de acuerdo con este patrón.
Mientras tanto, ¿hay algún atajo para tener un sueño más eficiente que podamos aplicar el resto de los mortales?
Neil Stanley, un consultor independiente, dice que sí. “La forma más efectiva de mejorar la forma en que duermes es afinar la rutina para levantarse en la mañana”, asegura.
“Hay una visión según la cual dormir poco es bueno y que deberíamos hacerlo; siempre sale el ejemplo de Margaret Thatcher y de los altos gerentes de empresa que no duermen mucho. Las horas que necesitas para dormir están determinadas genéticamente, tanto como tu estatura o el número que calzas. Algunos necesitan dormir muy poco, otros requieren de 11 o 12 horas”.
“Si todos pudiéramos saber qué tipo de persona somos para dormir y vivir nuestra vida de acuerdo con ello, eso haría una diferencia enorme para nuestra calidad de vida”, dice.



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